20.10.06

yo viajé a bariloche

en mi adolescencia
junto a cuarenta varones
dispuestos a inmolarse
en nombre del sexo libre
y el alcohol.
Cuarenta rimbauds
de clase media alta
arriba de un micro
lanzando consignas
contra el sistema educativo
y alertando al que se cruzase
de la que se venía.
Yo, un sexo masculino
de diecisiete años de edad,
escuchaba a calamaro en un walkman,
miraba la nieve por la ventanilla
y me preguntaba cómo sería
una mujer.

7 comentarios:

Clara Chauvin dijo...

Como siempre Marticito terminas enterneciéndome con tus palabras. Simplemente hermoso.

Saludos

Delirante dijo...

Ahora van sabiendo todo eso, y mucho más. Ahora vuelven y a los dos días de haber llegado, siguen viendo la nieve, de lo volados que vuelven.. :p

... En fin, buen post!


Saludos :)!

Anónimo dijo...

Por eso no me fui de viaje de egresados...

Besos M.

Anónimo dijo...

muy bueno. yo volví triste de bariloche.

Amélie Poulain dijo...

Yo me voy este año y no sé lo que me esperará allá. Espero sea bueno, saludos :)

martín dijo...

sep, gracias a todos por pasar.

Anónimo dijo...

En aquellos tiempos yo también me preguntaba cómo sería una mujer.

Voy a devorarme el resto del blog muy lentanmente.

Insisto con las influencias. Se huele un Heinrich Karl, cuando menos, un Ginsberg... y si no es este último, algún otro beat.
Lo que sea. Saludos.